Enjoy

-¿Juguemos a algo?

- Mmm, estoy ocupado, tal vez mañana.

- ¿Te has dado cuenta de que siempre estás ocupado?

- Es la verdad, estoy ocupado.

- Disfruta la vida amor mío, disfruta a quien tienes a tu lado porque nunca sabemos que pasará.

- Mmm

- Habiendo dicho esto, ven aquí que quiero vendar tus ojos.

Y me acerqué a él y le tapé los ojos. Dejó los papeles y el computador a un lado y se dispuso a mi merced.

- entonces dime qué es lo que debo hacer- dijo él.

- sigue tus emociones y tus instintos- y comencé a rozar su cara con la punta de mi nariz, suavemente; él estaba sentado y yo lo tocaba solo con mi nariz, sin siquiera tomarle las manos, nada, solo sentía ese pequeño pedazo de mi. Cuando pasé por sus labios cambié y saqué mi lengua, humedeciendo cada parte de su sonrisa con un sensual toque. Se no taba que su pulso se aceleraba, estaba abriendo sus sentidos y se dejaba llevar.

Mi lengua comenzó a navegar hacia su oreja izquierda, con la puntita rozaba y lamía todo a mi paso, hasta que llegué a su lóbulo y lo tomé entre mis labios, mordí, una sonrisa y una mano se puso a tantear mi cuerpo.

- No puedes tocarme, son las reglas del juego- reí.

- Tramposa, no has explicado nada- reímos juntos.

Así sentado como estaba, comencé a desabotonar su camisa lentamente, hasta que tuve acceso libre a su cuello, mordí cariñosamente por todos lados y luego soplé despacio por donde había pasado... escalofríos.

Besé delicadamente su torso, siempre me he preguntado si a los hombres les produce alguna sensación el que jueguen con sus pezones, así que se los besé y mordí, hipótesis comprobada, con el cariño y la pasión justas (en delicadas dosis) la sensación debe ser satisfactoria porque no se quedó quieto, se pasó ambas manos por las piernas en un además de soltar tensiones.

Seguí besándolo, comiendo cada parte de su torso con pasión, ya no era tanta delicadeza y él ya trataba de sacarse la venda.

- Ni se te ocurra, solo yo te la puedo sacar- entonces tomé su cabeza por la parte de atrás jalando su cabello y lo besé con una mezcla de pasión, lujuria, deseo y entrega. Él ya no aguantó más y me atrajo hacia su calidez, me abrazó, y me quitó la polera que yo traía; me comió a besos por doquier, no quedó centímetro por recorrer hasta que me tomó y me tiró en la cama...

- "debo mejorar mis juegos, siempre se sale con la suya y termina siendo él quien controla mi juego...pero eso no es malo, jejeje"- logré pensar entre tanto ajetreo.

Está demás decir que la ropa pronto dejó de importar para poder encontrarnos piel con piel, ni él ni yo aguantábamos más, necesitábamos unirnos,encajarnos físicamente; alma con alma, y en un abrazo quedamos hechos uno solo.

Dentro de mi, y con el frenesí en la cima caímos agotados. lo miré y mientras lo besaba le quité la venda que cubría uno de sus sentidos.

- ¿Cómo fue la experiencia? - pregunté ansiosa.

- cada parte de mi te sintió como nunca antes- dijo ya reponiéndose.

- ves que cada detalle y cada momento debes disfrutar en vez de estar ocupado.

-Toda la razón mi vida, ahora te toca a ti, jejeje....